Vuelve a reflotar mi blog sobre todo lo moderno y lo que a mi me apetece contar.
Hoy tengo algo de lo que escribir y que pienso que merece mucho la pena narrar aquí.
Llevo dos días en la glorieta de Cuatro Caminos ayudando a la plataforma creada por El Refugio a recoger firmas contra las corridas de toros y el maltrato animal y no os podéis imaginar lo gratificante y satisfactorio que me está resultando. No importa el calorazo que haga o el dolor de pies. Es por una causa excelente, la abolición de un espectáculo de sangre diseñado para unos sádicos sin cultivar ni educar, gente sin sentimientos y tan carentes de sensibilidad como de argumentos racionales.
En la foto, mi madre, la que me apoya y a la que tanto quiero y que de corzón se ha unido a nosotros esta tarde.
(Gracias mosita)
No voy a mentir y decir que todo el mundo colabora, de hecho tengo que admitir con gran tristeza para mi, que siguen siendo mayoría los que siguen disfrutando del linchamiento del toro.
Los simpatizantes del "cazurrismo" se distinguen por su varias cosas, curiosamente lo primero que les distingue, aunque pueda parecer una tontería, es su fisonomía: señoras y señores septagenarios en su mayoría y de aspecto palurdo así como adolescentes pijos y vetustos (esos mismos que van a ver al Papa cuando viene a España, banderita de España en ristre y pulseritas patrias adornando sus muñecas, como si España sólo fuera de ellos).
Igualmente les delatan sus maneras, muy alejadas de la educación. Pero claro, ya decía yo al comienzo que de educación esta gente va preciamente muy escasita...
Huelga enumerar aquí la sarta de bobadas con las que nos increpan cuando les pedimos su firma contra las corridas de toros aunque ya os las podéis imaginar. Puros clichés de mercado barato. Ante sus necedades, mi mayor desprecio: les doy la espalda y grito más fuerte eso de "Una firma contra las corridas de toros y el maltrato animal" (A algunos además se lo grito bien cerca de la oreja, os lo prometo! jjijijiji)
Sobre estas líneas está mi compañero David, un tio estupendo que está día tras día al pie del cañón y se deja la piel por la causa.También estamos muchos otros colaboradores, el mismo Nacho Paunero, director de El Refugio día tras día recoge firmas como todos los demás. Admiraba ya a este hombre sin conocerle pero ahora he de admitir que le idolatro incondicionalmente y para siempre.
Si alguien todavía sigue pensando que las corridas de toros son un arte, yo le invito a que escuche el sabio discurso de Jesús Mosterín en el Parlamento catalán. Irrebatile, rotundo, culto.
Asímismo invito a todos los amantes de la cultura y los animales a dejar su firma esta semana en cualquiera de los puntos de recogida de firmas y cuyo calendario se puede ver en la página www.dosorejas.org
Gracias siempre, Nacho.
Nunca he entendido cómo se puede perdonar el maltrato de cualquier ser vivo. Menos aún cómo se pueden apreciar signos de arte en él. Considero completamente intolerable que la diversión de algunos seres humanos se base en la tortura y muerte de cualquier animal.
ResponderEliminarNo es que "no me gusten los toros", sino todo lo contrario. Y no me da la gana de entender nada acerca del toreo porque parto de la base de que ser espectador del sufrimiento ajeno no puede tener como consecuencia ningún tipo de placer. De ahí en adelante me sobran las polémicas con ningún "Pro-corrida". No es que me niegue a entender su filosofía y parafernalia, es que me repugna el núcleo de la esencia de sus argumentos.
Es tan sencillo como eso. Si el punto de partida de cualquier cuestión es dañino, lo que venga después lo será también.
Mi firma está asegurada. Mucha suerte y ¡ÁNIMO!
Gracias Cata, muchas gracias por apoyarnos en esto.
ResponderEliminarSabes... a veces repudio al género humano, sobretodo desde que participo en esta causa pero luego también veo que existe gente como tú y eso me reconforta mucho. Decididamente no estamos solos en esto, somos muchos los que sufrimos viendo sufrir y el tiempo y la justicia terminará por darnos la razón.
Un beso grande y gracias por tu tiempo.